Agora sí, el antes de Agorafóbica perdida

 

Agora sí el antes de Agorafóbica Perdida Joana Sánchez

 

Agora sí, el antes de Agorafóbica perdida

Antes de continuar creando este blog pienso que he de ser sincera. Sí, contar toda la verdad sobre mí. Puede resultar sospechoso que existan algunos vacíos en mi currículum ¿No quise estudiar? ¿No me interesaba nada? ¡Al contrario! Pero fui una agorafóbica perdida.

 

Con agorafobia y a lo loco

De los veintitrés a los veintisiete años tuve agorafobia. Sí, parece traumático, pero todos tenemos experiencias gracias a las cuales crecemos como personas.

Recuerdo aquella etapa como unos años en los que -sin tener Internet- no podía acceder a estudiar a distancia.

No era mala estudiante, es más me leía todo lo que encontraba, hasta los componentes de los geles de ducha, prospectos de medicamentos, cada página del periódico. Estaba al tanto de lo que ocurría en el mundo. Diría que más que ahora, donde la infoxicación es alta.

Meses con libros sobre mi mesita de noche, y la radio como mi compañera de viaje.

A partir de mis primeras salidas, llegaron unas ganas tremendas de retomar mi vida, con un optimismo desbordante; no estudié Periodismo que era mi sueño.

Yo quería escribir o trabajar en radio y ser como Fernando Delgado, Elvira Lindo, Iñaki Gabilondo, Julia Otero, Juan José Millás…, COMUNICAR, pero como me estaba recuperando, cursé Publicidad y RR.PP. en mi ciudad, no me entusiasmaba pero había asignaturas afines a Periodismo.

 

En recuerdo a mi profesor, Carlos Llorca Baus

 

Tenía un profesor periodista llamado Carlos Llorca Baus. Un tipo inteligente, humilde y que me obligaba a entregarle escritos todos los días. Un día me comentó: «O escribes muy bien o esto es un plagio». Se refería a un reportaje sobre Woody Allen. Me sentí la mujer más feliz del mundo.

Esta vida es compleja. Una persona puede estar repleta de conocimientos, pero si no ha estudiado en la universidad X y tiene un master XX al cuadrado, se la traslada a la fila de los que no han triunfado, o peor aún, creemos que su formación es incompleta.

Siempre he escrito, desde los ocho años: cuentos, libros, guiones, y mi profesor de dibujo siempre me ponía un diez, mientras añadía «dibujas fatal pero tienes mucha creatividad».

Por cuestiones relacionadas con lo que me había sucedido no viajé mucho físicamente. Pero leía, escuchaba, me sentía ilusionada, llena de energía y con ganas de contar historias.

Ayudé vía Internet a un amigo que trabajaba como guionista en una serie de televisión. El quiso pagarme un master en Madrid. Confiaba en mí. Rechacé su oferta, el español es orgulloso.

 

El Master lo hice y lo sigo haciendo en la calle

 

Tengo una rara habilidad para que las personas me cuenten su vida. Se sientan a mi lado en el autobús y se abren. Es grandioso. Enriquecedor. Lo aconsejé a un político que conocí. ¿Cómo vas a gobernar una ciudad si no sabes qué piensa y qué hace la gente que te vota? Obvio, pero la gente olvida lo evidente.

Ahora, superados los treinta, y por casualidad-todo ocurre de manera accidental- tuve la oportunidad de formarme con Manuel Campo Vidal. en el ICEMe marché a Madrid.

He estado en Santander en la Menéndez Pelayo. Y creo que la vida es caprichosa. Te sorprende con regalos de este tipo, aunque he de reconocer que si nos conocimos fue porque no dudé en consultar un problema vía email en su sección «Comunica que algo queda» con Pepa Fernández.

Pero lo demás vino solo. Un consejo: no perdamos esa inocencia infantil y si queremos hacer una cosa, hagámosla sin pudor, sobre todo si es para mejorar ¡qué podemos perder!

La agorafobia no me hizo especial, ni mejor ni peor que nadie pero sí me convirtió en alguien fuerte, que aprendió a afrontar miedos que muchas personas ignoran a conciencia.

 

También aprendí a valorar las pequeñas cosas, por esta razón nunca me han impresionado las banalidades: joyas, coches grandes, lujos absurdos… siempre me ha parecido que quien desea tanto adorno a su alrededor se siente inseguro y los años me han dado la razón.

 

Cuando te sientes fuerte, libre y poderosa sólo necesitas una cosa: felicidad

Y la felicidad la encuentras en detalles que a otros pueden resultarle microscópicos. Realizo algunas colaboraciones como freelance. No tengo una estabilidad económica, ¿os suena de algo? pero no me rindo.

Vivo en un barrio periférico donde la realidad no tiene nada que ver con mi estancia en Madrid o ese paso fugaz por la Menéndez Pelayo.

Fui a un colegio e instituto público, al igual que la universidad. Jugué en la calle tras hacer los deberes, tenía amigos de carne y hueso, siempre una idea en la cabeza y un bolígrafo en la mano.

Si hay una cosa que tengo clara es que si un día soy jefa, no miraré el currículum de una persona. Le preguntaré cuántos libros  ha leído y le pediré que me hable sobre su vida.

Las asignaturas más interesantes no se imparten en las universidades y lo digo con conocimiento de causa. Siento una sincera simpatía por quien no ha tenido las cosas fáciles en la vida. Me gustan las personas luchadoras.

No creo en los gurús

 

Creo en las personas que aprenden constantemente, que siguen publicando libros, formándose, que no se acomodan. Eso sí, respeto a  grandes comunicadores y oradores de este país.

Construir un mensaje sólido, interiorizarlo y emocionar no es fácil. Pero ante todo, respeto a los cómicos a cualquiera que me haga reír o componga música. Ambos son la mejor medicina.

No debemos dejarnos llevar por la solemnidad como dice el gran John Cleese.

Gracias por leer mi historia.

 

Joana Sánchez

11 comentarios en «Agora sí, el antes de Agorafóbica perdida»

  1. Gracias Belén, trato de comunicar. Ya sabes que es mi pasión. Y ser sincera es lo primero que se le pide a una persona antes de hablar delante de un público, «que sea ella misma», y eso he hecho: contar toda la verdad. Un beso.

  2. Soy una de esas afortunadas que he tenido el gusto de conocer a Joana. No en persona pero si como profesora y en algunos momentos confidente y efectivamente esta descripcion te refleja perfectamente. Muchos besos.

  3. Coral!!!! Iba a apagar el portátil. No sabes cuánto te agradezco tus palabras. Yo debo decir que Coral es una persona tenaz, que a pesar de atravesar momentos complicados, estuvo al pie del cañón durante ese curso. Te mando un abrazo de esos que traspasan pantallas. Besos.

  4. Arriba me dice que qué opino, pues Juana te lo voy a decir: que siendo tan clara como lo expresas deberías tener una oportunidad laboral de las de verdad, que te la mereces de largo, y que creo también como tu viejo (por lo de hace tiempo) profesor que lo cuentas todo con pasión, verdad, y con palabras hermosas… por eso opino y te deseo lo mejor.

  5. Hola Pepe. Esas palabras viniendo de alguien que se ha dedicado a la profesión varios años y en distintos medios es de agradecer. ¡Sin olvidar que sigues en activo y batallador! 🙂 Ese profesor que no era tan mayor falleció durante la carrera. Fue un golpe para su entorno pero para mí-aunque lo conocía poco tiempo- también. El parecía entender mi idioma, mi pasión por escribir, comunicar lo que veía o sentía y juntos íbamos a encontrar mi estilo. Sentía que él era mi guía en ese lugar donde aterricé siendo más mayor que el resto, pero se fue. Aunque yo seguí con ese mismo entusiasmo como ahora, porque jamás he dejado ni que la edad, ni el entorno marque mi forma de comportarme o de sentir.

    He hecho cosas en algunos medios de comunicación. Escrito en revistas, incluso realicé una entera, pero ya sabes que en esta ciudad la picaresca abunda y sólo me ofrecían trabajos sin contrato en esa época «en la que estábamos de fiesta»

    Ahora colaboro como articulista y profesora online esporádicamente… pero la oportunidad laboral de verdad como bien dices no la he tenido en el sector de la comunicación. No me siento frustrada, pero eso sí, no me conformo por más que me caiga yo voy a continuar escribiendo y aprendiendo, tengo derecho a llevar una existencia digna. La fama y el dinero que se lo queden otros, eso no me va. Pero escribir, la radio, alguna televisión (alguna hay je) que eso no me lo quiten, aunque sea en un segundo o tercer plano. Aunque la enseñanza tiene su encanto, ojo.

    También yo te deseo lo mejor. ¡Todos estamos empezando ahora! Muchas gracias por tus palabras Pepe,de corazón. Un abrazo.

  6. Enhorabuena Joana, te felicito por tener las ideas tan claras y por saber expresarlas de esa forma tan natural y cercana…..realmente creo que eres una privilegiada. Así me siento yo por tener la oportunidad de conocer a alguien tan especial como tu, me siento identificada con muchas de las opiniones que viertes en tus comentarios, estoy gratamente sorprendida……

  7. Gracias María pero tampoco tiene tanto mérito 🙂 Simplemente creo que en algunas ocasiones es necesario decir ‘quién eres’ no solamente: ‘qué haces’. Sin pudor alguno os lo explico. ¿Te sientes identificada? No me extraña, en el fondo casi todos tenemos los mismos miedos, y anhelamos conseguir nuestra meta. Aunque eso sí, no todo el mundo está dispuesto a levantarse cada vez que se cae, sinceramente: es duro y la comodidad gusta. Espero que me sorprendas algún día con un texto, o lo que prefieras. Un fuerte abrazo.

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