Propósitos para 2013 de una redactora

Propósitos para 2013 de una redactora. Perdonadme si no escribo sobre formación, publicidad  o sobre redactar artículos. Todos los días del año leemos consejos, post, infografías, observamos vídeos y leemos que tal o cual personalidad «experta en…» ofrecerá una ponencia. No importa el tema, es más, casi da igual, todo el mundo sabe de todo. Y yo abro los ojos, tal vez la boca también y me sorprendo. Resulta admirable.

Desde que terminé la carrera me paso la vida aprendiendo, me consta que no soy la única. Parece que en la actualidad  tu existencia ha de ir ligada de un Master, pero no a cualquiera, sino a uno que cueste muchos euros aunque el contenido sea para llorar, camiseta «retro» o vestir de una manera impactante si eres mujer, para calar entre tu público objetivo y que noten, que huelan a kilómetros lo ‘cool’ que eres.

Me gusta el humor y también me interesa la astronomía, pero desde un punto de vista sencillo, donde una mira al cielo y se pierde en un infinito donde, como dice el bueno de Emilio Duró, reflexiona y se da cuenta de que «somos una m…»

No comprendo a la gente que se da tanta importancia, somos un grano de arroz. Las personas humildes son las sabias, y este año he conocido a unas cuantas.

No quiero ser una gurú del marketing de contenidos

Mi único propósito para este año y el resto de mi vida es ser un poco feliz todos los días. ¡Nada más y nada menos! ¿Afectará para mal a mi posible lluvia de contratos? Espero que no. No hablo de ser positivo-que no está mal como elección- me inclino por sentirse pleno con algún insignificante detalle.

Un encargo, un texto del que te sientas orgullosa, de un simple desayuno, de poder dormir y no pensar en estupideces relacionadas con cuestiones monetarias. De que la pasión se apodere de cualquier cuestión.

En este país confundimos una sonrisa con ineficacia o falta de implicación. ¡Nada más lejos! Con una sonrisa en los labios, motivada, una persona, puede ser la más feliz del planeta desarrollando cualquier tarea. No quiero ser una gurú del marketing de contenidos, sólo quiero disfrutar con lo que haga y si me da para vivir, bienvenido sea. Eso sí, sea lo que sea en ello pondré un 200%. La ambición es otra cosa.

Ser youtuber anónima no está reñido con ser profesional

Pienso seguir grabando vídeos donde me automotivo, escribir cuentos que tengo a medias pero que publicaré en breve, ayudar a todo el que pueda a difundir su trabajo o proyecto a cambio de nada. ¿Mala estratega? Quizás. Pero al menos sentiré que en mi vida prima la coherencia.

Si a pesar de esta confesión de día de Año Nuevo alguien cree todavía en mí, estaré encantada; pero estudiar, volcarme en mis clases, poner una pizca de humor no está reñido con que las cosas salgan bien. La formalidad no se esfuma por abrir un paréntesis para respirar. ¿Y tú, necesitas respirar?