Quiero ser redactor IX

jerrylewis
Jerry Lewis y la máquina de escribir de Leroy Anderson

 

Hola, no me lo puedo creer, estoy escribiendo . ¿Qué tal va todo?

Hoy me gustaría contaros lo que sucede cuando escribes para diferentes lugares y además, deseas escribir para ti. Es decir, cómo pasarnos el día dándole a la tecla y que la creatividad quede intacta.

Cuando tu afición es tu trabajo, Houston tenemos un problema. Nada, nada…, todo lo que se lee por ahí: «Es maravilloso escribir para los demás». Falso 🙂  Que seas un profesional y hagas tu trabajo dando el 100% es una cosa, que te pongas a bailar cuando terminas un artículo sobre un tema fiscal, ya os digo que es complicado.

Ojo, de todo se aprende y es un lujo poder escribir sobre temas que quizás ni te hubieras planteado leer o informarte

En mi caso, cuando escribo por obligación (lo que me genera ingresos) lo hago con gusto pero no por placer. Es como la persona que se dedica a pintar y dedica un fin de semana a pintar de verde, azul o el color que se te ocurra, la habitación de su hija. ¿Se puede comparar a pintar un edificio que no le trasmite ninguna emoción?,

 

Un redactor freelance lleva dentro un escritor, un actor, un artista

 

Al menos es mi caso y el de algunos colegas que he tenido el gusto de conocer. Al igual que los guionistas que trabajan para programas de televisión, sentimos que nos cortan las alas y por ello, de vez en cuando, las luces se bajan, una música suave suena de fondo y transformamos ese rincón dedicado a la escritura en nuestro templo sagrado.

Hace poco que he terminado un libro, o creo haber terminado porque un libro si eres exigente no termina jamás o hasta que alguien te dice: «Publica y deja de corregir»

Cuando me sumerjo en teclear historias que nacen de mi imaginación, o de lo que observo siento un placer indescriptible, sé que tú que me estás leyendo me comprendes. Escribimos por necesidad, ni siquiera buscamos la popularidad (aunque espero que mi libro arrase ja ja ja ja)

Sé que al principio, comenté que un redactor digital tiene que ser consciente de que pone sus conocimientos al servicio de otro y aceptarlo. De hecho, aceptar que sea otra persona quien firme lo que a ti se ha ocurrido a base de documentarte y de ingenio. Lo sé, duele.

Por esta razón, por ese sufrimiento que nos recorre desde los dedos hasta el cabello es casi una obligación escribir para uno. Es un ejercicio interesante para no perder nuestra esencia, nuestra frescura y sobre todo para escribir con el alma.

tenor

 

Gracias a los comentarios he descubierto blogs similares a varios que he tenido. Son rincones deliciosos, donde una persona con un don especial es capaz de plasmar en un texto ameno, triste, hiriente, sarcástico…, una escena cotidiana narrada con talento que te hace sentir bien, reconciliado con la vida y la escritura, no exagero.

El consejo de hoy es: sé profesional siempre, pero no olvides soltarte la melena y tomar notas sobre algo que te haya llegado al corazón. Tu escritura mejorará y tú te reconciliarás con este noble oficio.

 

¡Hasta el próximo día!

 

Joana Sánchez

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