La felicidad ya no vende Coca-Cola

 

Los despidos de trabajadores de varias embotelladoras en España por parte de Coca-Cola Iberian Partners lo traté en este artículo cuando se acababa de hacer pública la noticia. En unos días los ciudadanos demostraron cómo podían ser capaces de fulminar una imagen impecable forjada durante décadas por parte de la multinacional, y todo gracias a acciones de marketing urbano.

Coca-Cola y una campaña de marketing inesperada

Situación actual

A los trabajadores se les ha ofrecido el traslado a otras embotelladores, lo cual no supondría un grave problema en principio para los que residen en Alicante y han de desplazarse a Valencia, pero sí  lo sería para los residentes en Palma, Madrid, etcétera.

Dejando a un lado la situación económica -no se observan pérdidas en dichas empresas- y las estrategias que la organización está llevando a cabo para terminar con este ‘incómodo’ giro que ha tomado su decisión del ERE, voy a centrarme en su comportamiento comunicativo que tampoco brilla por su eficacia.

Veamos cómo están reaccionando el resto de personas que observan  atónitos la noticia en un contexto económico poco favorable en España, y el silencio por parte de «la alegría de vivir».

Redes Sociales, un altavoz para la queja y el desprestigio de la marca y una buena reputación.

Algunos testimonios que pueden leerse e imágenes por parte de afectados y de consumidores que se han solidarizado.

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Boicot a Coca-Cola, las palabras como armas porque la felicidad tiene un precio

En Coca-Cola Store ubicada en Facebook, con un total de 163 189 «Me gusta» podemos leer este tipo de comentarios donde se dejan enlaces a la noticia de los despidos de los trabajadores españoles.

Se utilizan sus mismas ‘armas’ cuando lanzaron las latas personalizadas con tu nombre, en este caso leemos Boicot, en otros hemos observado cómo esas mismas latas en fila con nombres (cosificando al producto) esperaban frente al INEM.

A continuación, una muestra de la cantidad de montajes e imágenes que invitan al boicot hacia el consumo de la marca. No hay una agencia de publicidad detrás, sino alguien más poderoso: el cliente final, el trabajador de la empresa y otros tantos que se han solidarizado.

La felicidad ya no vende Coca-Cola ni palabras

No se observa ninguna contestación o reacción de la persona responsable de gestionar las redes sociales. Lo cual resulta paradójico cuando Coca-Cola hace uso de ellas todos los días desde hace años y donde lanza sus campañas, publicita su Instituto de la Felicidad y demás iniciativas.

Coca-Cola Zero España

En esta página es donde más se percibe la actividad que no decae por parte de quienes han decidido dejar de consumir el refresco de cola.

Aquí puedes encontrar testimonios, y el apoyo incondicional por parte de personas que no residen en España.

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Esta campaña está orquestada con herramientas que jamás hubieran imaginado desde EE.UU. Bares que deciden no comprar Coca-Cola y pasarse a la competencia, clientes que piden otro tipo de bebida porque les resulta incomprensible tanto despido si hay ganancias. Titulares de prensa que demuestran que el nivel de consumo comienza a bajar.

Las ventas de Coca-Cola en Madrid han caído en torno a un 40%

Resulta llamativo que una firma como Coca-Cola que ha cuidado su reputación al milímetro haya subestimado el cierre de las embotelladoras españolas, e insista con esa obsesión por alejarse de Coca-Cola Iberian Partners  como si ambas no tuvieran ningún tipo de relación, lo cual roza la paradoja de la comunicación global.

Ahora más que nunca Coca-Cola debería saber que sus mensajes llega a todos, pero tanto los buenos como los malos. Optar por el silencio no es lo más inteligente. Pensar que España nada tiene que ver con su reputación a nivel internacional es una ofensa a los consumidores.

Y una demostración de que han perdido el norte en cuanto a coherencia en su comunicación corporativa. Una empresa de este calibre ha de ser coherente con los valores que defiende y representa su marca.