Como en las parejas, del amor al odio hay un paso. Y en la relación entre una empresa y sus clientes sucede lo mismo. Años invertidos en construir una relación donde el afecto, el cariño y el respeto es mutuo, pueden desaparecer por el mal comportamiento de uno. Del amor al odio hay un tuit. Caso Hawkers.
Tú eres parte de la marca, responsable de la marca, un apéndice de ella
Cuando la empresa Hawkers se hizo noticia por su estrategia y lo rápido que había crecido, todos los medios de comunicación se hicieron eco del trabajo de estos jóvenes ilicitanos. Hablaban de redes sociales, de ir más allá de un nombre, de la importancia de la relación con los clientes. Un ejemplo para los emprendedores.
Pero, sucedió lo que todos conocemos, uno de sus socios cometió la imprudencia de aparcar su Ferrari en una plaza para minusválidos, una infracción grave, que terminó de «arreglar» al contestar que si aparcaba allí era porque la gente era poco cívica al abrir sus puertas.
Todo se desarrolló a través de las redes sociales, y con el protagonista asociando su nombre al de la marca como Director Vip de Hawkers.
Cuesta mucho tener una buena idea, cuesta mucho más llevarla a cabo a nivel empresarial, requiere esfuerzo, trabajo, constancia y dedicación. El director general de Hawkers, Francisco Pérez, rechazó esas declaraciones vertidas por su socio/fudador:
“Como opinión personal, me parece un comentario idiota e inmaduro y que, evidentemente, no está alineado nuestros valores ni con nuestra filosofía. Pero estoy analizando un comentario personal de la vida privada de uno de los trabajadores”.
¿Es del todo cierta esta afirmación?
La lógica nos dice que el comportamiento de una persona no debería afectar a la labor de un grupo, pero si dicha persona forma parte de una estrategia de marketing donde cualquier movimiento publicado en redes sociales, por la ley del contagio, nos lleva a pensar en la marca y lo que representa, nos surge la duda.
Y las palabras, siempre las palabras como protagonistas: a veces, venden gafas y otras las empañan.
27/05/2017
La marca Hawkers ha sido invitada a una charla impartida en la UA moderada por Andrés Pedreño.
Comprobamos que este hecho no ha afectado a su imagen.
Joana Sánchez
Me parece que era algo normal y de esperar, son chicos jóvenes que les llegó el éxito muy rápido. Les ha pasado lo que a muchos futbolistas que llegado un punto entre el dinero y fama el ego les puede. No creo la verdad que acabe afectando mucho a la marca porque ya es muy grande, ahora les tocará solucionar el problema de alguna forma ingeniosa. Un saludo!
¡Hola! Estoy de acuerdo, obviamente este incidente no va a acabar con la empresa 🙂 Ni la gente va a dejar de comprar sus gafas, pero los que no las conocían tal vez no lo hagan. En todo caso, en sus manos está gestionar este tipo de situaciones, por otro lado, comprensibles en organizaciones donde hay muchos trabajadores. Y ya sabemos el dicho: «Errar es humano, perdonar divino y rectificar de sabios». Gracias por comentar y un saludo.
Hola, Joana
Son incidentes lamentables que, en este caso y gracias a Dios, seguramente no lleguen a afectar de manera profunda el desarrollo de la marca, pero si demuestra como todo lo hacemos puede tener un impacto muy profundo en la comunidad en la que nos desenvolvemos.
Casos como este se han visto muchos, algunos que sí han tenido consecuencias desastrosas para marcas, productos y empresas.
En mi blog publiqué hace un tiempo un caso parecido, te dejo el vínculo para tus lectores.
Abrazos 😀
http://www.joelpintoromero.com/2013/01/redes-sociales-como-destruir-una.html